jueves, 1 de septiembre de 2011

Lugares que inspiran: Granada









Patio de Comares, Alhambra de Granada. Joaquín Sorolla, 1917

Hay guías de ciudades y sitios con encanto. Cualquiera que haya estado en Granada no necesita ninguna descripción. Muchos entre los que me encuentro, han sucumbido a su magia.  Dijo Ernest Hemingway que "Si tuviéramos que visitar una sola ciudad en España, esa debería ser Granada". Y Alejandro Dumas "hay un placer todavía mayor que el de ver Granada. Y es el de volverla a ver".  Antonio Machado añadía: "Todas las ciudades tienen su encanto, Granada el suyo y el de todas las demás."

Generalife, Santiago Rusiñol, 1896

La belleza de Granada se debe a su enclave a los pies de Sierra Nevada (nunca está La Alhambra más guapa que vista desde el Albaicín con la Sierra cubierta de nieve) y a su historia.  Los nazaríes, que fueron reyes de Granada desde 1238 hasta 1492, dejaron en la cuidad una de las obras cumbres de la arquitectura, el arte y la cultura musulmana: La Alhambra. No sólo asombra la riqueza su decoración, sino la perfecta armonía con la que este gran recinto amurallado, que contiene alcazaba, palacios, escuelas, jardines, etc, se adapta al medio, integrándose en la naturaleza y formando un nuevo paisaje.  

La Torre de los Siete Picos en la Alhambra (Granada), Joaquín Sorolla, 1910
El Patio de los Leones. La Alhambra. John Singer Sargent, 1879.

Torre de las Infantas, Granada, Joaquín Sorolla, 1912

El Generalife es otra de las maravillas de Granada. Villa veraniega para los reyes nazaríes, sus jardines colman todos los sentidos y muestran el gusto musulmán por el sonido del agua. Desde ellos, uno puede contemplar la Alhambra, oír los pájaros y creerse en el Paraíso.
El Generalife, Santiago Rusiñol, 1897

Generalife, Joaquín Sorolla, 1910
Granada no sólo ha cautivado a los españoles sino a numerosos viajeros de otros países. John Singer Sargent se dejó seducir por ella.


Fuentes, Generalife, Granada, John Singer Sargent, 1912

Hospital, Granada, John Singer Sargent, 1912

John Singer Sargent, En el Generalife, 1912


Manchas de sol, Granada, John Singer Sargent, 1912
El encanto de Granada no sólo está en sus grandes monumentos. Los patios y jardines de sus cármenes, las casas blancas del Albaicín, sus suelos empedrado, sus calles estrechas, las orillas del Darro...Todo habla de la cultura de Al-Andalus, pertenece a hoy y a otro tiempo, está impregnado de una magia especial.

Calle de Granada, Joaquín Sorolla
Vista desde la ventana, Henri Matisse. Dibujo realizado durante su estancia en Granada en 1910
Jardín del Generalife, Santiago Rusiñol



Jardín, Granada, John Singer Sargent, 1912






 Acabamos como hemos empezado en un patio de la Alhambra, pintado por dos artistas distintos.

Patio de los Arrayanes, Gustavo Simoni (1846-1926)

Patio de los Arrayanes, Joaquín Sorolla

La célebre frase " no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada"  de Francisco Alarcón de Icaza es un tópico pero encierra mucha verdad. Granada, de todas formas, es capaz de embriagar todos los sentidos y ha inspirado no sólo a pintores, sino a poetas, escritores y músicos. Por eso nos atrevemos a despedirnos con un pequeño epílogo musical: Recuerdos de la Alhambra de Francisco Tárrega interpretado por Narciso Yepes.  Tal vez sea buena idea volver a ver estos cuadros con esta música de fondo, aunque nada es como estar en Granada.